A nadie le gusta pagar por cosas que usa siempre, como el wifi, las bebidas básicas y un sitio estupendo para cenar. Así que no cobramos más por ellas. Nunca. Incluso las clases de fitness están incluidas. Entra, bebe, da unas vueltas y disfruta.
Todos los restaurantes fabulosamente originales están incluidos, con más opciones que cualquier otro barco en alta mar. Todo lo que tienes que hacer es decidir si te apetece un italiano fresco en el Extra Virgin, una barbacoa coreana en el Gumbae, un menú degustación en el Test Kitchen, un brunch o un filete en el Wake, delicias durante todo el día en el Razzle Dazzle, y mucho más. Y no hay buffet a la vista. Ni un enorme salón principal tipo banquete. Pero, ¿quién lo necesita con todos estos lugares increíbles?
Ah, y por bebidas básicas entendemos refrescos, agua, cafés, zumos y la mayoría de las ofertas sin alcohol. Lo fuerte es, por supuesto, extra.